Si no estás seguro de incluir una foto en tu currículum, probablemente sea mejor que no lo hagas.
Las solicitudes de empleo casi nunca requieren fotos, salvo en los campos del modelaje y la actuación. De hecho, las fotos suelen no ser apropiadas, sobre todo si buscas un puesto de oficina. Si tu posible empleador quiere saber cómo eres, te buscará en las redes sociales.
Cuando se trata de empleos de atención al público, sin embargo, he descubierto que las fotos del currículum a veces aumentan las posibilidades de conseguir un empleo. Ten en cuenta también que probablemente tengas una foto profesional en tu perfil de LinkedIn y que muchas solicitudes de empleo piden específicamente tu URL de LinkedIn.
Evita incluir perfiles de redes sociales que se centren en su vida social ocasional y recuerda cambiar la configuración de privacidad de esos perfiles para evitar que los posibles empleadores vean algo que pueda hacerte perder el empleo. Si tienes un sitio web personal, publícalo solo si es relevante y profesional. Las fotos que aparezcan en ella también podrían servir para formarse una primera impresión negativa de ti.
Cuando las imágenes pueden ayudar
Adjuntar una foto a tu currículum, sin embargo, puede beneficiarte si aspiras a un puesto en el que interactúes con clientes. Por supuesto, los cajeros de banco, los proveedores de servicios de comida, los vendedores y muchos otros se relacionan habitualmente con el público.
Los candidatos que busquen trabajo en el extranjero deberían considerar la posibilidad de incluir una foto. Muchas plantillas de currículum europeas incluyen un espacio para una foto. La excepción es Estados Unidos en donde ocurre lo contrario de la norma, mientras que los encargados de contratación de Europa, China y Japón esperan ver una foto.
Aunque los empresarios no deberían contratar a las personas por su aspecto, tus rasgos faciales o tu estilo personal podrían captar perfectamente el interés de un responsable de contratación. Sé que este hecho puede parecer injusto, pero la naturaleza humana puede ser superficial a veces. Si vas a enviar una foto, debe ser un retrato profesional. Además, debe ser una foto actual y debes vestir de forma conservadora. Nunca te hagas un selfie.
Si decides incluir una foto, nuestros ejemplos de currículum te darán una idea de la mejor manera de hacerlo.
Por último, ten en cuenta que las normas empresariales y las costumbres sociales cambian con el tiempo. Quizá algún día, todos incluyamos nuestras caras sonrientes en nuestras solicitudes de empleo. Hasta entonces, si no buscas un puesto de atención al público y no trabajas en un campo creativo, te aconsejo que te guardes las fotos para tus redes sociales.
Las fotos de currículum son increíblemente raras en el Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos. Son más comunes en Europa, Oriente Medio, África y Asia. Una idea podría ser preguntar sus opiniones a algunos encargados de contratación locales en las redes sociales.
- Hazte una foto vestido como si fueras a trabajar.
- Contrata a un fotógrafo profesional para la sesión.
- Asegúrate de que el fondo sea neutro.
- Utiliza la misma foto en LinkedIn.
- Usar tu selfie favorita por simple pereza. Tu celular no siempre es apto.
- Abusar con el maquillaje o el estilo de peinado.
- Poner una foto que ocupe demasiado espacio.
- Mostrar emociones extremas en tu expresión facial.
Los argumentos en contra de las fotos de currículum
¿Por qué las fotos en los currículos no suelen ser bien recibidas? Muchas empresas tienen políticas antidiscriminatorias y creen que las fotos no sólo son irrelevantes, sino que pueden contribuir a los prejuicios inconscientes del responsable de contratación.
Además, una empresa puede temer que un candidato rechazado crea que hubo un prejuicio al no conseguir una entrevista de trabajo. Por ejemplo, según la normativa de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE.UU., es ilegal que un posible empleador pida una foto a un candidato, ésto para asegurarse de que no hay prejuicios.
Las fotos pueden revelar un número de características que no deberían ser un factor en el proceso de contratación. Del mismo modo que no debes poner tu edad en el currículum, tampoco debes ofrecer una foto que revele esa información.
Las claves de un buen currículum profesional son las líneas limpias, la legibilidad y la sencillez. Una foto puede hacer que tu currículum parezca poco profesional.
Cuándo no incluir una foto en un currículum vitae
Aparte de las cuestiones de discriminación y parcialidad, otra razón para no incluir una foto en un currículum es que pienses que tu experiencia debería hablar por sí sola. Cuando un currículum incluye una foto (y todos los demás no), el responsable de contratación puede percibir inconscientemente que estás intentando compensar las deficiencias de otras partes de tu solicitud. Incluir una foto (por muy atractivo/a que luzcas) puede hacer que tu candidatura destaque por las razones equivocadas. Lo importante es que el responsable de contratación vea lo que está bien, no lo que está mal.
Tampoco querrás distraer la atención de tus credenciales. Sé que es sorprendente, pero el profesional en contratación promedio dedica unos seis segundos a tomar una decisión inicial sobre un currículum, ya sea dejarlo a un lado o mirarlo más detenidamente. En ese breve espacio de tiempo, deberían analizar tus cualidades, no tu cara o tu pelo.
La última consideración es que es posible que el ATS ni siquiera muestre la foto en primer lugar. Así que, confía en tu trayectoria profesional para conseguir una entrevista, no en el atractivo de tu foto.