Escribir una carta de motivación a una universidad, comité de becas u organización benéfica que acompañe a tu currículum y exponga exactamente por qué quieres estar allí será mucho más impactante que una carta que se centre en tus experiencias prácticas (a veces menos relevantes). Estas se incluirán en tu currículum, en cualquier caso.
Cómo estructurar una carta de motivación
Aunque el propósito y la aplicación de una carta de motivación difieren de los de una carta de presentación, tienen una estructura similar, que contiene:
- Un encabezado de carta de motivación
- El saludo
- Introducción de la carta de motivación
- La parte central que transmite la historia, el razonamiento y la motivación.
- Cierre de la carta de motivación (con una llamada a la acción).
Como cualquier escrito persuasivo, una carta de motivación debe enganchar al lector con una introducción convincente, contener ejemplos emocionalmente impactantes en el cuerpo del texto y terminar con la sensación de que hay mucho más que contar.
Solicitar una beca o una entrevista para hacer una pasantía en la llamada a la acción al final de la carta de motivación no parecerá presuntuoso si se estructura de esta manera.
Entonces, ¿cómo escribo una breve carta de motivación?
Elige el saludo correcto de la carta
El saludo de la carta de motivación ocupa la menor cantidad de texto en comparación con
otros elementos, pero sigue siendo de vital importancia. Aunque en la mayoría de los casos es difícil equivocarse con el tradicional "Estimado Sr./Sra./Srta.", debes recordar siempre dos reglas importantes:
- Elegir el tono y el nivel de formalidad adecuados (en función de la organización destinataria).
- Si es posible, dirígete siempre al destinatario por su nombre.
La clave está en la investigación. Las cartas de motivación pueden enviarse a una gran variedad de organizaciones, por lo que el tono puede ser muy diferente. Si envías una carta de motivación a una universidad, es probable que el tono sea más formal, con el saludo tradicional, el apellido del destinatario e incluso su cargo.
Sin embargo, en algunas organizaciones menos formales, como iniciativas de voluntariado o para puestos de prácticas en empresas con visión de futuro, puede haber más libertad para utilizar nombres de pila o frases como "¡Saludos, Luis!". Sin embargo, la señal para este tipo de saludos informales tiene que venir del destinatario (en el listado de pasantías, por ejemplo). En caso de duda, es mejor que seas prudente.
Cómo empezar una carta de motivación
Antes de sentarte a escribir la carta de motivación, es fundamental que pienses exactamente cómo quieres que se sienta el lector al leerla. Tu motivación al considerar cómo empezar una carta de motivación debe quedar clara desde las primeras líneas, golpeándoles como un mazo justo entre los ojos. No se trata de un sinuoso viaje de descubrimiento: tu ya sabes lo que quieres y es tu trabajo el que completará tu satisfacción profesional. No les dejes ninguna duda de por qué quieres trabajar con ellos.
El inicio de una carta de motivación también debe centrarse en sus necesidades y en las tuyas. ¿Cómo pueden esas primeras líneas preparar el escenario desde su perspectiva y posicionar tus motivaciones como el motor que los impulse?
Escribe una introducción para tu carta de motivación
Después de incluir tus datos de contacto en el encabezado de la carta de motivación y de dirigirla a la persona correcta, el párrafo introductorio es tu primera oportunidad para captar la atención del lector.
Ponte en el lugar de la institución u organización educativa. ¿Cómo quieren que se sienta la gente cuando viene a estudiar o a trabajar? ¿Qué táctica de apertura se te ocurre para diferenciarte de los demás candidatos?
Muéstrales cómo pueden convertirse en una parte profundamente significativa de tu jornada.
Crea una historia emotiva para la parte central de la carta
El cuerpo de la carta de motivación te da la oportunidad de explicar exactamente cómo encajan tus motivaciones con la oportunidad que ofrecen.
La naturaleza de una carta de motivación libre ofrece la oportunidad de influir en el lector de una forma totalmente distinta a la de un currículum. Un currículum apela al lado izquierdo o lógico del cerebro y le hace pensar: "sí, eso tiene sentido". Una carta de motivación apela al lado derecho del cerebro, cargado de emociones, y le hace pensar: "¿sabes qué? Te entiendo".
Las palabras que elijas para el cuerpo de tu carta de motivación enmarcarán la narrativa emocional de tu entrevista. Sé fiel a ti mismo y de seguro te llegarán las oportunidades adecuadas.
Por último, asegúrate de que tus motivos encajan con la ética y los objetivos de la escuela u organización a la que te presentas. Incluso la historia más emotiva pierde impacto si no pareces "uno de los nuestros".
¿Cómo se termina una carta de motivación?
Las frases finales de tu carta de motivación deben culminar en un crescendo de entusiasmo en lugar de un apologético "¿qué te parece?".
La conclusión de una carta de motivación es una última oportunidad para mostrar tu actitud, así que evita repetirte. Cuando hay más de lo que se ve a simple vista, cualquier repetición puede hacerte parecer algo unidimensional. Deje una última historia impactante para la frase final y deja al lector con ganas de saber más.
Dicho esto, solicita la entrevista con esperanza más que con ansiedad. Es imposible que conozcas lo que pasa por la mente del responsable de contratación y, por muy impresionantes que sean tus motivaciones, nunca debes presumir de que eres el candidato que encaja para ellos.
